Seguidores

NO COPIAR.

Por favor, NO COPIÉIS SIN MI PERMISO. Si os gusta alguna entrada y la queréis poner en vuestro blog, ningún problema, siempre que:
1. Me lo digáis a mí primero.
2. Pongáis que lo he escrito yo.
Ya me han copiado más de uno y no me ha hecho nada de gracia.

Un beso.

Buceando en mi interior

Mi foto
Me gusta dormir. Muchísimo. Y la nieve, ver el cielo blanco un día y saber que va a nevar. Me gusta cantar, aunque lo haga mal, me encanta la música, sobre todo el Rock. Me gusta, me encanta, la fotografía, tanto artística como tonta. Me gusta hacer (me) fotos, verlas, disfrutar con las imágenes. Luego me gusta retocar esas imágenes, darles mi toque, poner mi esencia. Quitar lo feo y pintarlo bonito. Porque también me gusta ser feliz. Y sonreír. Y reírme de todo y de nada, llorando siempre, eso sí. Y cuando tengo un día malo, me gusta que sea malo. Me gusta disfrutar de mis depresiones, seré tonta, pero… No intentes animarme cuando esté mal, simplemente, déjame llorar y punto, se me acabará pasando. Me gusta comer chocolate. Está buenísimo. Pero que sea negro, cuanto más puro, mejor. Me gusta sentarme en la hierba y arrancarla. Y cuando hay tréboles de cuatro hojas, me gusta encontrarlos. Igual que encuentro lo bueno dentro de lo malo. Me gusta el color amarillo. Me gusta soplar las velas de una tarta de cumpleaños. Me gusta empanarme, sí señor, y lo hago de maravilla. Me gusta mirar las estrellas pensando que alguien más las estará mirando conmigo.

martes, 31 de mayo de 2011

Que no hay más que lo que tú eliges.

13/ 5/ 2011.

Quieres que hablemos. Sí, pero ¿de qué quieres hablar? Ya estoy cansada de hablar contigo. Intento evitarte, y precisamente no hablarte por eso, porque me duele hablar contigo. Siempre acabas haciéndome daño, aunque no quieras. Y yo intento alejarme de ti, olvidarte (por suerte, ciertas personas me están ayudando a hacerlo), pero tú no haces más que joder las cosas, de una manera o de otra. Si solo me hablas para decirme que soy una triste, mejor no me hables... O si es para contarme lo que has hecho con ella el fin de semana, tampoco. O tantas otras cosas que te he pedido y que te dan igual... Pero tú en vez de entenderme, te enfadas. Y así no se soluciona nada, obviamente. Que los dos tenemos nuestro orgullo... aunque unos más que otros. No sé lo que pasará, ni sé cómo acabará lo nuestro (sinceramente, espero que no acabe), pero sé que esta semana sin saber de ti he sido feliz, porque no he tenido que escucharte, y creo que eso me ha ayudado a dar un paso más en esto de dejarte atrás. No sé hasta qué punto has sido importante para mí. Lo sabré cuando no te tenga. Pero, hoy por hoy, solo sé que  no quiero volver a llorar, ni volver a dejar de comer, ni volver a dejar de dormir, solo por preocuparme por ti.






Te quiero, adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario