Cuando coges dos imanes, no es fácil juntar los polos opuestos. Podemos vivir lo más bonito, pero también lo más triste. Podemos ir a doscientos por hora, pero también tenemos que aprender a caminar. Podemos llegar a las estrellas juntos, pero antes tenemos que mirar bajo nuestros pies. Podemos, incluso, ser cómplices en esto de querernos, pero para ello, los dos necesitamos aflojar, renunciar, aprender. Y sabes tan bien como yo que eso no es nada fácil. ¿Quién puede juntar el agua con aceite? No tenemos por qué ser blanco, ni negro. Podemos ser gris. Ni hace falta correr, ni parar; podemos andar.
No quiero que tú vayas delante, ni detrás: quiero que vayas a mi lado.
No quiero perderme Nueva York.
:)
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