Espero que ayer disfrutárais San Valentín, con o sin pareja. Personalmente, creo que esta fecha ha perdido su magia, la magia de celebrar el amor hacia la persona que quieres, y se ha convertido en la celebración de un amor consumista, en la que la demostración de amar a alguien consiste en regalar rosas rojas o bombones, y si no, no vale.
Dejo el catorce de febrero a aquellas personas que creen que comprando regalos un día al año porque sea tradición consiguen la felicidad en pareja. Yo prefiero quedarme con los otros 364, enamorándome cada día, y viviéndolo, que no es poco. Todos los días pueden ser el día de los enamorados, solo hay que saber enamorarse.
Os dejo con esta deliciosa canción de Sabina.
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