-Ésa farola se ha apagado.
-No se ha apagado, la he apagado yo.
Le vuelvo a mirar a los ojos, curiosa.
-¿Y eso?
Sonríe.
-Porque así es más romántico. -Cierra los ojos y se acerca a mí, lo suficiente como para que sus labios rocen los míos. Hace que sonría yo también.
-Es verdad, qué romántico eres... -Respondo con cierta ironía. En realidad sí que pienso así. - Tú apagas las farolas y Montse nos enciende velas... Me gusta.
Suelta una carcajada y acaricia mi mejilla con sus dedos, dulcemente.
-Qué chica... Tú sí que me gustas a mí.
Y ambos sonreímos mientras nos enamoramos, recordando la cena de la noche anterior, algo parecido a aquella película de Disney, "La dama y el vagabundo", pero sin espaguetis.
Yo también te quiero:)
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